jueves, 14 de febrero de 2013

3. Édith Piaf

Justo hace un par de horas me percaté que mi mamá estaba viendo videos musicales de Édith Piaf y recordé que el último libro que leí antes de regresar a este semestre 2013-2, fue uno llamado: Édith Piaf. Es un libro verdaderamente muy pequeño en francés que compré hace muchos años en una libreria francesa aquí en México, relata la vida de aquella mujer que ha sido la mejor cantante que ha tenido Francia.

Muchas cosas pasaron por mi cabeza cuando mi mamá estaba viendo a Piaf en internet, algunas de ellas fueron los pasajes que quedaron muy grabados en mi mente acerca de ese libro, como el hecho de que Édith tuvo infinidad de parejas sentimentales de todas las edades, no recuerdo muy bien la cantidad, pero puedo asegurar que más de 10 hombres si lo fueron; lo más curioso de todas estas personas es que la gran mayoría eran hombres casados, o al menos si mantenían una relación sentimental con otra persona aparte de Piaf. 

Otra cosa que rescato del libro, es que muchas de las canciones de esta gran cantante y compositoria francesa, tienen alguna relación con sus parejas sentimentales. De ellas, la más importante fue la que mantuvo con el boxeador Marcel Cerdan, (él tenía esposa e hijos). Cerdan conoce a Piaf en París mientras ella cantaba en un club en 1946, fecha en que da comienzo la relación entre estos dos personajes. De dicha relación es que surge la canción más conocida de esta cantante, me refiero a: La vie en rose, sin duda alguna, la canción francesa más romántica que puede existir en este mundo, al menos a mi parecer y que incluso, es considerada como el segundo himno de Francia. 

 
Una parte que no me había puesto a analizar hasta que leí, es que Édith Piaf vivió en plena Segunda Guerra Mundial, una época muy sensible y difícil para los europeos; a pesar de eso, a Piaf el momento histórico no le importó, e incluso hizo declaraciones en las que para ella su música no debía tener ningún vínculo con tal acontecimiento mundial.

Son muchísimas las cosas que me dejó este libro, pero la más importante de ellas fue el hecho de haber reafirmado mi admiración por este gran personaje de la historia francesa, que era, es y seguirá siendo parte de mi repertorio musical. Para acabar, quiero compartir el último párrafo del mismo:

"Pour moi, chanter c'est une évasion, un autre monde, je ne suis plus sur terre! Si je ne brûlais pas, croyez-vous que je pourrais chanter? La chanson c'est ma vie! Le jour où je ne chanterai plus, je mourrai!" *



 *Stan Cuesta, Édith Piaf, Ed. Librio musique, París, 2000, pág. 78.

 



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